Catálogo razonado, compilación de preciosas fotografías y textos lúcidos sobre el proceso de diseño y construcción de la arquitectura argentina en las décadas del treinta y cuarenta, Arquitectura moderna en Buenos Aires: Una investigación de la casa de renta (publicado por editorial Octubre con el Fondo Nacional de las Artes) reconstruye los años de racionalismo y algo de Art- Déco, cuando el Bajo porteño comenzaba a tomar su fisonomía actual y el distrito de Belgrano pasaba del campo a la urbe.Hubo un tiempo, que el día de hoy semeja uno de esos sueños lejanos de alguna religión australiana, en que los argentinos diseñábamos con elegancia, edificábamos bien, hacíamos urbes de calidad internacional. Y lo hacíamos a la nuestra, tomando ideas y motivos mas combinando de modos que solo aquí. Una urbe argentina no podía ser otra cosa que argentina. Un edificio nuestro era nuestro y se acomodaba con derecho en el alegato del planeta.
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Arquitectura Moderna en la ciudad de Buenos Aires es un catálogo razonado, una juguetería visual y un recordatorio de esos tiempos. Es un precioso libro sobre preciosos edificios, un álbum que sorprende por el hecho de que recoge cientos y cientos de piezas racionalistas –y ciertas Art Déco– sin que se pueda descubrir una nota fuera de sitio, una sola chingada. Los autores añaden textos que explican de dónde salió todo esto, exactamente en qué país vivíamos para poder generar de este modo, y las ideas que fueron el andamiaje del proceso.
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Se asevera la tendencia del trabajo interdisciplinario y el requerimiento del manejo de nuevas herramientas para el desarrollo, control y siguiente administración de los hechos de arquitectura.Hoy día, los pupilos de arquitectura empiezan sus estudios con un paradigma de arquitecto técnico diseñador que dista mucho de lo que pasa en los claustros universitarios, donde la capacitación es más extensa, donde se aprende a diseñar y materializar diferentes escalas y géneros de edificios. Este nuevo enfoque profesional, lejos del arquitecto técnico diseñador, responde a lo que el mercado actual requiere.
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Nuestro mercado demandaba que el arquitecto técnico hiciera todo sin contar con las herramientas para cumplir los objetivos, en contraste al modelo más extendido en América Latina que se dedicaba esencialmente al diseño; y todo lo demás que requiere el proceso del desarrollo de una obra en sí, lo complementaban equipos interdisciplinarios formados para dicho fin.
El desarrollo actual de la arquitectura como negocio inmobiliario, más conocido como real estate, semeja contraponerse con el preconcepto del arquitecto técnico diseñador que imponía su proyecto y donde se tenía un comitente obediente que lo admitía y pagaba. El mercado pide productos que en ocasiones se alejan de los que se quiere diseñar. El día de hoy el comitente manda y demanda. Se asevera la tendencia del trabajo interdisciplinario, el requerimiento del manejo de nuevas herramientas para el desarrollo, control y siguiente administración de los hechos de arquitectura.
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